Inglourious Basterds

La peli arranca en la 2da guerra mundial, durante la ocupación alemana de Francia. El simpático coronel nazi Hans Landa (Christoph Waltz), conocido como el “Cazador de judíos” llega a una pequeña casa en la pradera para interrogar a su dueño, sospechado de esconder a un grupete de judíos en su propiedad. Tras un ida y vuelta de preguntas y respuestas (con las imperdibles charlas tarantinescas de siempre), Hans da vuelta como una media al campesino, quien confiesa que bajo su casa tiene escondida a media docena de judíos, quienes en breve se convierten en media docena de fiambres. Solo sobrevive la pequeña Shosanna Dreyfus (Mélanie Laurent), quien sin tiempo de lutos corre como un conejo para salvar su vida.

Años después, nos encontramos con el teniente Aldo “el Apache” Raine (Brad Pitt), quien con un discurso de colección arma un grupo especial de soldados judíos que tienen un solo objetivo: matar nazis. Y para su particular misión no se andan con chiquitas. Sanguinarios al mango, solo buscan hacer llorar a todos los nazis que se crucen y conseguirle al apache las 100 cabelleras (al mejor estilo Indio Solari) que el desquiciado teniente les exige. En poco tiempo se ganan el apodo de “The Basterds” y son temidos por todos los nazis, quienes saben de las atrocidades de la boca de los propios sobrevivientes, ya que Aldo y sus muchachos siempre dejan un nazi vivo (con un pequeño souvenir en la frente) para que les cuente a sus amiguitos la que les espera.

Gracias a la ayuda de la actriz alemana Bridget Von Hammersmark (Diane Kruger), una agente secreta que trabaja para los aliados (se vendió de una manera más vergonzosa que Babasónicos), aparece un plan para bajar a los lideres del Tercer Reich. Obviamente, el Apache y sus bastardos responden inmediatamente al llamado con el único objetivo de hacerle comer un garrón de la gran flauta a Adolf y sus inhumanos compañeros…

Una vez más, no puedo ser objetivo al hablar de una peli de Quentin, donde encima actúa el genio Brad. La rompe con la actuación, y el teniente Landa se come el film de punta a punta. Historias cruzadas y los comentarios imperdibles de siempre nunca dejan de ser la formula infalible de Tarantino.

Excelente viejo, le doy 4 guiditos y medio