martes, 18 de agosto de 2009

The big Lebowsky

Jeffrey “El Nota” Lebowsky (Jeff Bridges) es un vago que vive en Los Ángeles y lo único que tiene como pasatiempo es fumar hierba, tomar submarinos rusos y jugar a los bolos con sus dos amigos Walter y Donny. Hasta que un día su vida se ve truncada cuando aparecen dos matones en su casa y confundiéndolo con “El gran Lebowsky“(un Millonario lisiado con una esposa muy joven, ex actriz porno y que encima le debe guita a medio Los Ángeles) no solo le dan una paliza si no que también orinan su alfombra.

El hecho de que orinaran su alfombra enfureció al Nota y decidió ir a visitar a su tocayo en búsqueda de una recompensa por el mal causado. Lo que nunca se iba a imaginar era que en esa visita, al hombre motorizado, no solo iba a apropiarse de una alfombra del viejo sino que luego iba a tener que ser mediador de un secuestro.

Bonny la joven esposa del Gran Lebowsky había sido secuestrada, este cree que su desaparición esta ligado al evento que le había sucedido a el Nota y es por eso que le ofrece una recompensa para q lidie con los secuestradores.

Pero este vago no iba a hacer las veces de héroe solo, así que recurre a la ayuda de su amigo Walter, (un ex - combatiente de Vietnam con una gran memoria emotiva, ya que todo hecho que ocurre en su vida lo relaciona con la guerra), pero este no hace mas que complicar la vida del Nota…

A partir de acá al Nota se va a ver involucrado en un suceso de enredos, un dinero que nunca fue entregado y todos persiguen, el temor de ser castrado en manos de unos nihilistas y el pánico de no encontrar con vida a la joven Bonny.


Calificación: 4 Guillitos




jueves, 13 de agosto de 2009

El caso Slevin

Un día en Los Ángeles como tantos otros, Slevin (Josh Hartnett) cansado de que todo le salga mal, y cuando digo todo es todo, (en un mismo día, lo echan del trabajo, le clausuran la casa, va a buscar cariño a lo de su novia pero la cuota diaria de cariño ya estaba siendo entregada a otro muchacho...), decide irse a Nueva York a la casa de su amigo Nick Fisher.

Pero claro, si con estas vacaciones todo se soluciona, se termina la película a los 15 min. , cosa que no ocurre, caso contrario todo empieza a complicarse aun más… “hay algo peor que ser un desempleado, sin casa y corneta?”… si lo hay, que te quieran matar unos mafiosos… pero volvamos, retomemos al momento que Slevin llega a Nueva York, lo primero que ocurre como bienvenida es el robo de su billetera y de regalo un ñoqui en la nariz, luego al llegar a la casa de Nick se encuentra que su amigo no está, decide pasar con su llave y pegarse una ducha, justo en este momento aparecen 2 matones, que obviamente lo confunden con Nick y antes de cualquier aclaración le pegan su segunda mano en la nariz del día y lo invitan a que los acompañe… y ahora paso a explicarte en el quilombo que se metió Slevin sin comerla ni beberla.

Los dos mafiosos más respetados y temidos de Nueva York son El Rabino (Ben Kingsley) y El Jefe (Morgan Freeman), encargados entre otras cosas de todas las apuestas ilegales de la ciudad.

En un primer momento estos eran socios pero hoy se encuentran como grandes enemigos, con la particularidad de que viven uno enfrente del otro en sus respectivos edificios de los cuales no salen hace 20 años por miedo a que los maten. La cuestión es que El Jefe planea matar al hijo del Rabino, pero si parece un asesinato premeditado, (“que parezca un accidente”), se arma tal quilombo que a su lado la 2da Guerra Mundial se parecerá a la pelea de Zulma Lobato con Mitch.

Para solucionar el problema El Jefe contrata al conocido asesino a sueldo Goodkat (Bruce Willis), cuyo plan es de lo más sencillo: buscar a un jugador que le deba mucho dinero al Jefe y obligarlo a matar al hijo del Rabino para saldar sus deudas. Y el ganador esssssssss…..? sisisisisi Nick Fisher, claro que Nick no es Nick sino el goma de Slevin que estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado.


Calificación: 4 sebitas



martes, 4 de agosto de 2009

No country for old men

Una tarde, Lewelyn Moss (Josh Brolin) se entretiene cazando, cuando encuentra un escenario bastante particular: un montón de camionetas abandonadas, muertos, un hombre agonizante que le pide ayuda, kilos de heroína y una valija llena de dólares, que se lleva, sin dudar un minuto.

El cargo de conciencia lo hace volver al lugar, entrada ya la noche, para darle agua al moribundo. Error! Grave error. A partir de aquí, se desata una tremenda persecución.

A nuestro amigo, hacen cola para matarlo. Lo busca la justicia, los narcos mexicanos y sus colegas yanquis.

Detengámonos en dos personajes, en particular. La justicia es representada por el alguacil Ed Tom Bell. Un Tommy Lee Jones que se ve devastado por el rumbo que tomó la vida en el país del Tío Sam, por su violencia: “todo empieza cuando comienzas a detectar los malos modales. Cuando uno deja de escuchar “señor”, “señora”, el final está cerca”.

Los narcos yanquis, para no ensuciarse las manos, contratan a Anton Chigurh (Javier Bardem), un perfecto asesino (como Silvio Soldán!!!). Este tipo anda con un arma mata ganado espectacular, tiene un peinado imposible y se comunica con una voz, que haría temblar al mismísimo Alfio Basile.

La peli, que está inspirada en la novela del mismo nombre de Cormac Mc Carthy, tiene un lento transcurrir, tomas largas y estáticas de paisajes desérticos, persecuciones que Chigurh hace caminando, diálogos interrumpidos por profundos silencios. Todo, enfatizado por la total ausencia de música (los paisajes y la historia se valen por sí mismos, según los directores).

Una peli muy interesante, con la marca de los Coen (quienes muchas veces te hacen dudar, si están hablando en serio, si se están riendo de vos) y un final que te deja tecleando.

Bonus: una frase de Cormac Mc Carthy: hay dos cosas importantes en la vida de un hombre, por encima del resto, encontrar un trabajo que te guste, y encontrar a alguien con quien te guste vivir. Poca gente lograr ambas cosas.

Puntaje: 3,5 Chettis