jueves, 3 de octubre de 2013

The Prestige


Ya de arranque, nos encontramos con el tramo final de la peli (grande Christopher, capo total) en el juicio donde el mago Alfred Borden (Christian Bale) es sentenciado a la horca por el asesinato de su colega y rival de toda la vida, Robert Angier (Hugh Jackman).

Pero Robert y Alfred no siempre fueron rivales; allá lejos y hace tiempo solían trabajar para Milton el mago (que nombrecito clavó Milton, muy buenooo. Me hizo acordar al payaso Colorete, que animó los cumples de Guidito hasta el año pasado...) junto con John Cutter (Michael Caine) y  la esposa de Angier, Julia. Pero un día, un truco de escapismo sale demasiado mal, y Julia muere ahogada al no poder zafarse de un nudo hecho por Borden. Angier lo acusa de haber cambiado de nudo a propósito, y al no encontrar respuestas en Alfred comienza una rivalidad más brava que la del Bamba con Sanfilippo (incluso en una escena, el viudo magician tira: “Yo le tengo bronca a Borden”).

A partir de acá, cada uno sigue caminos distintos: Borden se convierte en “El Profesor’’, contrata a Bernard Fallon como su ingeniero, conoce y se casa con Sarah (Rebecca Hall) y tiene a su pequeña hija Jess;  Angier se va con Cutter, contrata como asistente a  Olivia Wenscombe (Scarlett Johansson) y se convierte en “El Gran Danton”. Pero lejos de comportarse como pregonaba siempre el gran Castellari (hay que ser buenas personas, hermano), los magos se embarran la cancha de una manera más escandalosa que Caruso en los últimos 10 años. Saboteando el acto de su rival en cada oportunidad que tienen, ambos  van ganando renombre y compiten por ser el mejor, hasta que un día Borden lo consigue con su nueva ilusión llamada “el hombre transportado”. 

A pesar de ser más famoso que Borden (por ser más showman que Facundo en cueros en el Luna), Angier se obsesiona al no poder descifrar el nuevo truco de El Profesor. Incluso se lo copia, y llena los teatros, pero su versión no es perfecta como la original, y esto le come la croqueta. Esta obsesión crece día a día, y los lleva por un camino que nunca imaginaron y del que ya no habrá retorno...
La peli es excelente. Bale, Jackman, Cane, Johansson, dirigida por Christopher Nolan, y hasta aparece David Bowie haciendo de Nikola Tesla!!! Tremenda trama, desordenada al estilo Nolan y con giros por todos lados. 

Dijo René Lavand: ‘’Dos pulgares arriba, la peli es excelente’’. Dijo David Copperfield: ‘’la peli está más buena que Claudia en el ’95’’. Dijo Pablito Cabaleiro: ‘’Tremendo final, pega más duro que Maravilla, Ricky’’

Dijo Guidito: “4 Guiditos y medio, no te la pierdas”

martes, 27 de agosto de 2013

Trance


Simon Newton (James McAvoy, genio) trabaja en una casa de subastas. Simon es un tipo normal, con una vida normal, y sabe moverse como pez en el agua en el mundo de los remates.
Con la inminente llegada de una pintura de Goya valuada en millones de dólares, las medidas de seguridad en el laburo de Simon aumentan más que la Heineken en el chino de la vuelta de casa (chino vigilante, enchufá la heladera!!!). Pero llegado el día de la subasta, una banda de chorizos burlan la seguridad del lugar y comienzan el operativo: “entreguen la pintura de Goya o les metemos 200 corchazos”. Pero Simon se disfraza de Superman y en segundos burla a los ladrones y se raja con la pintura, tratando de convertirse en el empleado del mes. Lamentablemente, el capo de la banda, Frank (Vincent Cassel) se apiola de la jugada y lo primerea, y ante la negativa de entregar la pintura le mete un culatazo marca acme en la sien, dejando a Simon peor que Williams después de la mano de Maravilla. Con el camino libre, Frank se raja con sus secuaces para descubrir que el fenómeno de Simon había escondido el lienzo, dejándoles sólo un hermoso y nada valioso marco en las manos.

Pero lo que nadie sabía es que la vida de Simon no era tan normal como la pintaba. El flaco es adicto al juego, y tenía más deudas que George Bluth Sr. después de que el fisco descubrió todos sus chanchullos. Por eso se le ocurrió el infalible plan de entongarse con Frank y su bandita de matones para afanar la de Goya (no confundir con la de Goyo, eh) y así pagarle la deuda a los otros mafiosos que amenazaban con romperle las rodillas. Pero durante el robo, después de que a Simon le pintó el héroe, Frank no tuvo más remedio que romperle el marulo para no levantar sospechas. Pero se le fue tanto la mano que Simon termina en el hospital con una amnesia grande como una casa y, como era de esperar, no recuerda donde escondió la pintura. Pero como también era de esperar, Frank no le cree nada y empiezan a torturarlo para que cante donde está the lost canvas. Después de días de no llegar a ninguna parte, Frank recurre a una terapeuta llamada Elizabeth Cordero (Rosario Dawson) famosa por utilizar la hipnosis para meterse de lleno en los rincones más profundos y oscuros del coco de sus pacientes. Comienza entonces una serie de sesiones en las que Elizabeth va a intentar armar el mapa de los recuerdos se Simon, pero los límites entre la verdad y el engaño comienza a afinarse y el subconsciente quebrado de Simon se convierte en su peor enemigo... Tremenda peli de Danny Boyle (Trainspotting, Slumdog Millonaire) donde el rompecabezas comienza a armarse durante 5 minutos, para luego romperse y confundirte durante 30. Grandes actuaciones, grandes actores, gran trama. Te atrapa de principio a fin, para ver más de una vez. McAvoy y Cassel la dejan así de chiquitita.

Le doy 4 guiditos y un cuarto. Si no la viste aún corré a tu videoclub amigo, no te pierdas a Rosario en bolas!!!