domingo, 19 de julio de 2009

Conoces a Joe Black?

William Parrish (Anthony Hopkins) es un excelente padre de familia, un exitoso empresario forrado en billetes y encima goza de buena salud. Todo en su vida va sobre ruedas, excepto por el pequeño detalle de que pocos días antes de su cumpleaños nº 65, la “huesuda” golpea su puerta...

Lejos de cualquier metáfora, la mismísima muerte (si si, la pálida, la dama de la guadaña) literalmente golpea su puerta, personificada en el cuerpo que tomo “prestado” de un simple mortal (Brad Pitt). Imagínate la caripela del Willy cuando Brad le comenta que esa misma noche va a tener que calzarse el pijama de madera, que va a estirar la pata, que se va de gira, que lo van a sacar con las patas para adelante; baldazo de agua fría como pocos. Pero Will y Brad hacen un trato: el empresario tendrá un tiempo mas de vida y a cambio la Muerte permanecerá a su lado para experimentar la sensación de vivir como un mortal. Entonces Willy lo bautiza como “Joe Black” delante de su familia y sus colegas, y a partir de allí permanecen juntos en todo momento.

Lo que Willy no sabe es que días antes de su encuentro con la “Flaca”, su hija Susan (Claire Forlani) conoció al dueño original del cuerpo de Joe, un abogado pinton y carismático (Brad Pitt) quien dejo encantada a la joven con el famoso “viri-viri” poco tiempo antes de dejar el planeta de los vivos (es tremenda la escena donde la muerte toma “prestado” el cuerpo de Brad; que manera de rebotar por el aire viejo, parece un flipper!)

Mientras Joe descubre la vida al lado de Willy, Susan se va enamorando de él sin saber con quien se esta metiendo...(estas metiendo la cabeza en la boca de un cocodrilo con porcina querida!!!)

Es una gran peli, emocionante hasta las lagrimas y con un gran reparto (y a Brad lo re parto)


Le doy 4 Guiditos, y que nadie se confunda con ese ultimo comentario; simplemente estaba expresando mi amor por Brad Pitt, nada mas...(Yo lo amo a el, Elio...)




viernes, 10 de julio de 2009

Las dos caras de la verdad (Primal Fear)


Martin Vail, (Ricardo Gere), es un abogado de Chicago, que al mejor estilo Burlando agarra todos los casos que le aseguren salir en Intrusos del Espectáculo y charlar un rato con su amigo Jorge “notequierenituvieja” Rial. En este ocasión se le presenta un caso bastante particular, el chico Aaron (Edward Norton), un monaguillo con una cara de bueno más grande que la de Félix “tunohasganadonada” Chilavert, y un carácter demasiado singular, es acusado de asesinar al Arzobispo de Chicago, un hombre respetado y muy querido en la comunidad. Al muchacho lo encontraron a unos metros del lugar del hecho, con su camisita llena de sangre y más miedo que Beckham con pollera en Fuerte Apache, tenia todas las de perder y un poco mas. Vail no dudo ni un instante en agarrar la defensa de Aaron, ya que aunque le den 170 años en la cárcel de Olmos iba a salir en todos los noticieros por defender al asesino del queridísimo e inmaculado cura…(seguramente en tu mente retorcida estás pensando en el querido Padre de todos los niños Julio Cesar Grassi), pero toda esta “perorata” no iba a ser tan sencilla como parece y a Vail se le empieza a poner peluda la cosa, encima la abogada querellante es una muchacha que tuvo su historia con Ricardo, a la que ha dejado despechada como buen playboy que es. La peli es muyyyy buenaaa, de las mejores que vi en los últimos tiempos, una historia muy original, muy atrapante, se te pasa volando y como si todo esto fuera poco, el papel que hace Edward Norton, (uno de mis 3 actores preferidos), es increíble, y era un nene en esa época, no tiene nada que envidiarle al por aquel entonces simpático y prometedor Adrian Suar en La banda del Golden Rocket. Calificación: 4,6 Sebitas

domingo, 5 de julio de 2009

Perfume de mujer (clásico)

Charlie Simms (Chris O’Donnell) esta becado en la prestigiosa escuela preparatoria privada Baird (orgullosa de ser “Cuna de Lideres”), y la verdad que le viene al pelo, ya que su familia es muy humilde y no tienen ni para la inscripción. Pero Charlie la tiene bien ganada por su buen desempeño académico y su buena conducta.

Un día, Charlie y su buen cofrade George Willis, Jr. (Philip Seymour Hoffman) observan como 3 compañeros traman algo extraño cerca del estacionamiento del director. ¿Como termina la jodita? Al otro día una gran piñata llena de engrudo (al mejor estilo “Los juegos de la Corona” en Videomatch) le cae encima al director y a su flamante auto. Esto desata la ira del calvo y espigado superintendente, quien sabe que Charlie y George son los únicos testigos y los aprieta para que hablen, amenazando con expulsarlos. Ellos deciden no decir nada y dejar que pase el fin de semana...

Durante el finde, Charlie tiene una changuita para juntar unos mangos (para poder viajar a su casa en navidad); debe cuidar al Teniente Coronel Frank Slade (Al Pacino), un oficial retirado de la armada que esta mas ciego que un topo. La flia del coronel se raja por el finde, y lo dejan al cuidado de Charlie, ya que el osco Frank además de ciego es un alcohólico de aquellos (se clava un JB atrás del otro el fenómeno).

La sorpresa para Charlie es que, al momento en que la familia de Frank se toma el palo, este le dice que en 5 minutos llega el taxi que los lleva al aeropuerto para ir a New York y disfrutar un fin de semana a todo trapo: el mejor hotel, el mejor vino, la mejor comida... Después de un tire y afloje, el ciego lo convence y ambos emprenden un viaje que jamás olvidaran, donde Charlie descubre varias cosas sobre el Coronel (porque quedo ciego, porque su familia no lo quiere, los verdaderos motivos de su viaje a New York...) y el Coronel ayuda y aconseja a Charlie sobre mujeres (esta todo el día hablando de minas y de sus perfumes) y con su problemon, ya que el director lo esta apretando por el lado de la beca (si no dice quienes fueron le pegan un boleo en el orto), y además su amigazo George es hijo de un benefactor de la escuela (Charlie esta al horno y con la manzana en la boca).

Tremenda peli, Al Pacino gano el oscar por la majestuosa actuación (se come la peli, parece ciego posta; asistió a una escuela para ciegos para el personaje) y hasta se baila el tango “por una cabeza”. El final es buenísimo, con mensaje moral y todo papa!!!


Le doy 4 guiditos y medio, no te la pierdas


jueves, 2 de julio de 2009

La naranja mecanica (clásico)

Alex DeLarge es el líder de un grupo de pibes, a los que llama droogos. Se juntan en un bar que se llama Korova (una especie de Bukowski, con paredes oscuras llenas de obras de arte y frases pintadas) pero no para tomar Speed con vodka, sino “leche plus”. Esto es lácteo más Velocet, Synthemesco y Drencrom (“pero ésto es droga”. Sí, Andino, es droga. No jodas más, Guillermo).

En el bar hacen la previa, a lo único que los saca del aburrimiento, un poco de “ultra violence”. Vestidos con trajes de algodón blanco, borceguíes y sombreritos parecidos a los que usa Peter Doherty, salen a atacar gente.

La primera parte de la peli, es una secuencia de violencia impactante. Agarran a un linyera viejito y borrachín y lo cagan a trompadas. Se enfrentan en un teatro abandonado, con otro grupito que intentaba violar a una mina. Andan a toda velocidad en auto, provocando todo tipo de accidentes, hasta llegar a una casa de campo. Allí, en medio de ambientes flexibles, medio-niveles y muebles de diseño, trompean a un viejo y abusan de su mujer, al ritmo de Singin’ in the rain. Y todo en la misma noche!

Luego de pasar otra vez por el bar lechero y, antes del amanecer, Alex vuelve caminando a su casa. Allí, sólo y en medio de la basura, el mundo parece aún más cruel que en la definición de él mismo.

Nuestro “amigo y humilde narrador” vive con sus padres. Su mamá toma pastillas para dormir y trabaja todo el día en una fábrica. Se ve como la típica víctima del capitalismo. La alienación de la que hablaba Marx parece haberle ganado por goleada.

Alex roba algunas cosas en sus ataques, las cuales van a parar a un cajón de objetos abandonados. No le importan. Este pibe no tiene nada. Sólo sus impulsos y a Beethoven. Ama a Ludwig van, como lo llama.

Un día, sus droogos hartos de su despotismo, le tienden una terrible cama (un poquito más chica que aquella organizada por plantel pincharrata al jefe Astrada). Y al muchacho le revolean catorce años de condena por la cabeza.

Una vez en la cárcel, Alex se hace amigo del cura de la iglesia, lee la Sagrada Biblia y es el encargado de un proto- karaoke en la misa, el cual maneja mientras recibe besitos de los otros presos. Cara de nene, rubio, ojos celestes y encima enjaulado: sos carne de cañón!

Alertado por algunos rumores, DeLarge cree encontrar en el Tratamiento Ludovico, una forma rápida de salir de prisión. El sistema, a cargo del Dr. Brodsky (al parecer, tío de la “bebota” Adriana) “soluciona” los impulsos violentos, generando sensación de muerte a quien los posee. Alex “sólo” tiene que ir al cine. Pero no hay pochoclo. Mira películas violentísimas con los ojos completamente abiertos y con la música a todo volumen. Justamente esto es lo que más lo hiere, sentir dolor al escuchar a su amado Ludwig van.

Al muchacho lo vacían. Lo único que tenía, su amor por la música, se fue. Sus impulsos, lo llevan a la muerte. Parece ausente. No puede elegir.

Esta peli, inspirada en la novela de Anthony Burgess, tiene muchos años. Sin embargo, su influencia continúa vigente. Sepultura acaba de grabar un disco conceptual inspirado en “La Naranja”; el himno de punk argento “1,2, ultraviolento” está tomado del lenguaje que utilizan los droogos, las referencias en otras pelis son constantes y el finadito Heath Ledger, para hacer su fantástico Guasón, tomó más de Alex que de su antecesor Nicholson.

Un clásico, y ya.


Calificación: 5 Chettis.