Calvin Weir-Fields (Paul Dano) es un escritor que tuvo
su momento de gloria cuando su ópera prima, la cual escribió de muy joven, tuvo
un éxito tal que está llamada a ser una de las grandes novelas de los últimos
tiempos. Pero su presente dista mucho de aquellos viejos tiempos, y el
introvertido novelista sufre de un bloqueo de escritor más grande que la cabeza
de Duhalde. Su inhabilidad para relacionarse con el resto de los seres humanos,
la cual desemboca en su casi inexistente éxito con las mujeres (tiene menos
minas que Rufino y Jacinto antes de convertirse en hombres del caudillo
Malatesta), la presión que ejercen los editores para que saque otra obra
maestra de la galera y una ex novia arpía que le partió la croquetita en 20
pedazos arman un combo explosivo que está haciendo millonario a su terapista, el Dr. Rosenthal (Elliot Gould).
Este triste muchacho pasa la mitad de sus días charlando con su hermano/único amigo y su tordo, y la otra mitad sentado frente a una página en blanco sin que se le
caiga una sola idea, con su perrito Scotty como testigo. Pero un día, el
psicólogo le da una tareita: que escriba una página sobre alguien a quien le
guste el pequeño Scotty, un rope que genera menos simpatía que Sanfilipo en un
mal día. La tarea inspira un sueño en donde aparece una linda colorada que hace
un retrato de la mascota, y al decir que le gusta el pequeño can a Calvin se le
traba la cabeza y comienza una maratón de escritura de la que sólo se baja para
comer y dormir. Inmerso en ese éxtasis literario se da cuenta de que comienza a
enamorarse de la protagonista de su relato, a quien bautiza “Ruby Sparks” (Zoe Kazan).
Cuando la situación se le empieza a ir de las manos, le cuenta todo al Doc
Rosenthal, le confiesa que está como loco con Ruby, y le comenta que le
preocupa un poco la situación, ya que la linda joven no existe.
Pero justo
cuando Calvin creyó que no podía tener más pesares en su cabeza, se despierta
una mañana y se encuentra con Ruby en su cocina, de carne y hueso y
preparándole el desayuno. Convencidísimo de que se le quemó el marulo, el ex
niño prodigio corre espantado, pero con el tiempo hace 2 grandes
descubrimientos: el primero, que Ruby es real, y no sólo es hermosa, sino que
se convierte en su novia. El segundo, que puede cambiarla en todas las formas
posibles y hacerle hacer lo que él desee con sólo escribirlo en su relato...
Los creadores
de Little Miss Sunshine nos cuentan una historia romántica, pero que se aparta
de los clichés de Hollywood para abordar temas como la soledad, las
inseguridades, la manipulación y el egoísmo en la pareja. Las actuaciones son
geniales y el romance combinado con escenas cómicas y flasheras hace que no sea
la aburrida peli de parejas a la que nos tienen acostumbrados los primos del
Norte.
No te la
pierdas, le doy 3,8 Guiditos.