domingo, 24 de junio de 2012
La Piel que Habito (2011)
Robert Ledgard (Antonio Banderas) es un prestigioso cirujano de la ciudad de Toledo, España, quien perdió a su esposa a causa de las graves quemaduras generadas en un trágico accidente automovilístico, ocurrido 12 años atrás. Para la cantidad de machistas que siguen el blog (más de 3, menos de 5) les aclaro que manejaba él y no estaba en estado de ebriedad. El tormento provocado por esta pérdida, es lo que lo lleva a dedicar años de trabajo y esfuerzo en el desarrollo de una piel sintética, capaz de sentir, pero altamente resistente a las quemaduras y otras agresiones. A decir verdad, la idea es muy parecida al sistema utilizado en el mejor policía de la historia mundial, el Sr Alex Murphy, más conocido como Robocop y su piel de acero, pero con sentimientos, aun me emociono al recordar la lagrima de aceite caer por su mejilla de chapa.
Para llevar a cabo esta investigación necesita de un cómplice que le oficie de “conejito de la india”, en quien pueda experimentar los avances de su invento. Es allí donde aparece Vera (Elena Anaya), una mujer de rasgos y cuerpo perfecto, que vive aislada del mundo en una clínica montada dentro de la mansión del doctor. En esa “humilde” morada, también habita su fiel empleada Marilia (Marisa Paredes), quien crió al doctor desde sus primeros años, y que ahora dedica su vida a atender y cuidar a Vera.
Como era de esperarse, este tipo de experimentación con humanos lo hace enfrentarse a la crítica del ámbito académico de la medicina, que le cuestiona los fundamentos éticos sobre los que se desarrolla este avance. Sin embargo, la falta de escrúpulos y moralidad propios del doctor Lergard, hace que nada lo frene en la creación de esta revolucionaria invención, que puede salvar cientos de vidas como la de su mujer.
Algunas malas lenguas dan cuenta que Antonio pensó seriamente en realizar este tratamiento con su hermosa esposa Melanie Griffith, dueña de una “sobria” belleza.
Según cuenta la historia, ella se habría quemado el rostro en un confuso episodio, luego de merendar una damajuana de whisky e intentar prender un cigarrillo con el horno.
Durante la primera hora de la película (como el mismisimo Almodovar se encargó de explicar), se muestra la historia de estos tres personajes recién mencionados, cuyas extrañas cotidianeidades llevan a que nos hagamos muchas y variadas preguntas, sobre las que no vamos a encontrar respuestas, sino recién hasta llegar a la segunda parte del film, en la que todo comienza a encajar, sin dejar ningún cabo suelto.
Su historia extravagante y retorcida, hace que de seguro no sea una película del gusto de todos, y tal vez ni si quiera de la mayoría, pero que sin duda genera reacciones fuertes, que van a dar vueltas por tu sucia cabecita.
Calificación: 4 Sebitas
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