lunes, 27 de diciembre de 2010

I Love You Phillip Morris

Steven Russell (Jim Carrey) lleva una vida aparentemente ordinaria: miembro del cuerpo de policía local,  felizmente casado con Debbie (Leslie Mann), padre de familia y gran cooperador de la iglesia local, es decir, una especia de Ned Flanders. Hasta que sufre un grave accidente de auto que le vuela la peluca y le hace replantear su vida. Una vez recuperado se da cuenta mágicamente que su verdadera vocación era bailar sobre bananas (es decir, era gay). Peeerooo, él no quería ser un gay más, no quería ser como Reinaldo el novio de Adelfa (“soyyy re putitoo mi amorrr”), sino que estaba más cerca de un Ricky Fort y su extravagancia. Claro que ser ese tipo de gay, (ojoo Ricardo, no estoy dando por descontado que a vos te gustan más los machos que un bigMac a la salida del boliche "Acontramano", nada q ver), sale carísimo señoresss, entre cremas, pilcha a la moda, perritos de tamaño copetín, regalos para las parejas, etc… tenes que ganar más que “el mono” Navarro Montoya en Boca (obvio, tampoco estoy dando por descontado que el mono enderezaba bananas con la cola, nada que ver).
El trabajo de policía no parecía el adecuado, en primer lugar por el sueldo bastante austero, pero también por lo complicado que era blanquear su nueva condición entre los muchachos, aunque sea una “profesión” de mente muy abierta y 0 coimera. Por lo tanto Steven se las ingenia para poder solventar sus gastos de una manera poco común pero muy efectiva, cagar a las aseguradoras, para poner alguno de los ejemplos que utiliza, en una escena se lo puede ver a Steven volar por las escaleras mecánicas de un shopping, pero claro, esta jodita no podía durar toda la vida, al contrario, en poco tiempo cae sopre (sopre es preso diría Diego Armando), pero tampoco dura mucho encerrado, se escapa en poco tiempo, continua estafando, vuelve a caer, se vuelve a escapar y así sucesivamente.
Todo cambia cuando en una de sus estadías en la cárcel encuentra al amor de su vida, Phillip Morris (Ewan McGregor), un chico muy introvertido, justamente todo lo contrario a S. Russell, una vez más, los extremos se unen. A partir de este momento su vida de ricachón se multiplica por dos, por lo tanto sus ingresos deben aumentar considerablemente, esto lo lleva a pasar por múltiples situaciones realmente increíbles, y se hacen aun más increíbles cuando te enteras que la historia es verídica, que Steven Jay Russell existió y armo tal quilombo que cambio el régimen carcelario de EEUU.

PD: Aconsejo no leer nada sobre el verdadero Steven Jay Russell hasta no ver la película.

Calificación: 4,25 Sebitas



lunes, 13 de diciembre de 2010

The Usual Suspects (Clásico)

Ya de arranque nos encontramos con la gran explosión de un barco en el puerto y fiambres por todos lados, en lo que iba a ser una venta de grandes cantidades de merluza entre una horda de húngaros salvajes y unos traficantes argentinos. Los únicos sobrevivientes: un húngaro con quemaduras de 4to grado que agoniza en el hospital (se quemó peor que el bombero de Víctor Hugo en la mañana de la TV púbica) y “Verbal” Kint (Kevin Spacey), un pequeño estafador lisiado que ya declaró y consiguió inmunidad del fiscal.
Pero el Agente Kujan (Chazz Palminteri) quiere llegar a la verdad de la milanga, ya que le resulto un poco sospechoso que en el barco no haya un gramo de merca. Entonces decide utilizar las 2 horas que le quedan a Verbal (antes de salir bajo fianza) para interrogarlo en su oficina.
La historia comienza 6 semanas atrás, cuando Verbal y otros 4 criminales de renombre (Stephen Baldwin, Kevin Pollack, Gabriel Byrne y Benicio del Toro) son arrestados y llevados a una rueda de reconocimiento por el robo de un camión de caudales. Como la gorra tiene menos evidencias que Mitch con su historia de Ricky, los tiene que largar a los 5 nuevamente a las calles. Pero “Los Sospechosos de siempre” no se iban a quedar en el molde, y planean una serie de golpes para vengarse de la cana.
Lamentablemente para ellos, estos golpes los llevan a un legendario criminal al que todos temen y nadie ha visto, un rumor en cada esquina turbia de la ciudad, un personaje más malo que Funes llamado Keyser Sose. Su abogado, Kobayashi (Pete Postlethwaite) les cuenta que en algún punto de sus vidas, los 5 habían robado, estafado o asesinado a un hombre de Keyser, y que era hora de pagar la deuda. Ellos se ven obligados a aceptar, ya que se rumorea que este maloso está más loco que una cabra.
Keyser es el famoso “guapo”, al mejor estilo Rufino y Jacinto: le pega a la gente, hace caminar a las minas, pinta carteles por la calle...
Ah, si, me olvidaba una pequeña leyenda urbana: un día una turba iracunda llego a su casa, y para que entregue el poder violó y secuestro a su esposa e hijos; cuando Sose llego a sus aposentos, mato a sus hijos y a su esposa (diciendo que prefería ver a su flia muerta antes de verla viva después de esto) y a todos los maleantes menos a uno, para que cuente la historia... (Mamadera, que limón mi viejo)
La peli es un golazo, tiene tremendos actores y es de culto. Hay que ver la carita del joven Benicio, que parece que en esas épocas se daba duro duro duro duro con drogas muy baratas (tiene más ojeras que Yayo hermano!!!). Geniales actuaciones de Spacey, Palminteri, Byrne y el pelado Postlethwaite (uno de mis actores favoritos).

Le doy 4 guiditos y medio