Micky Ward (Mark Wahlberg, genio total) es un boxeador welter de Lowell, Massachussets. Proviene de una numerosa y humilde familia, con demasiados problemas y muy pocos dientes (entre sus 7 hermanas no completan ni un comedor). Alice Ward (Melissa Leo) es su madre y representante, y su hermanastro Dicky Eklund (Christian Bale, fenómeno) hace las veces de entrenador.
Dicky, quien es conocido como “el orgullo de Lowell” por haber hecho besar la lona al gran Sugar Ray Leonard en una pelea televisada por HBO hace 1000 años, hoy en día esta peor que el Pity. Con menos kilos que dientes, no es ni una sombra de aquel boxeador que alcanzo la gloria por una noche frente a las cámaras. Su adicción al Crack le está tirando a matar, y le hace llegar tarde a todo compromiso que tenga en frente. Sin embargo, Dicky está confiado en su regreso glorioso, el cual será posible gracias al documental que HBO está haciendo sobre su vida. Mientras camina por el pueblo recordándole a todos el gran combate con Sugar Ray (eso fue hace 20 años, Pocholo!!!) y entrena a su hermano, una cámara le hace marca personal (al mejor estilo Ed tv) registrando cada momento.
Mientras tanto, Micky (la esperanza de la flia para salir del barro) no viene muy bien que digamos: perdió 7 peleas seguidas, y se convirtió en el muñeco que le ponen a boxeadores superiores para avanzar en su carrera. Pero todos están confiados en que la siguiente pelea en Atlantic City será su despegue definitivo, especialmente su dejada madre Alice (quien hace peores negocios que el “cabeza” Horacito). Pero llegada la gran noche, el púgil rival cae con una gripe fulminante (tenía las defensas más bajas que el Bubble boy), y los hermanos macana deben decidir si pierden la guita o pelean contra un negro ex convicto que pesa 10 kilos mas que Micky. La idea le suena más kamikaze que tomarse unos copetes con Guido Süller (rotura de ojete inminente), pero su madre y hermano lo convencen de que se fuma al negro en pipa.
Como todos sospechábamos, el negro lo desarma a trompadas (cobró peor que los amigos del mago sin dientes contra Torry e hijo) y lo deja tirado tanto física como anímicamente, hasta el punto de querer tirar la toalla en la carrera (o toballa, según el gran Casero). Allí conoce a Charlene Fleming (Amy Adams) con quien comienza una relación, y quien de a poco empieza a comerle la croqueta para que deje el lastre de su desastrosa madre y su adicto hermanastro y pueda despegar de una vez por todas... (pará Yoko, ya te cargaste a los Beatles, QUE ESTAS BUSCANDO???)
La peli me encantó (tiene 7 nominaciones incluyendo mejor película), esta basada en la historia real de Dick Eklund y Micky Ward y tiene tremendas actuaciones. Mark la rompe como siempre (y está mas groso que en sus épocas de rebeldía en Marky Mark and the Funky Bunch), y Amy Adams y Melissa Leo crean unos personajes enfrentados que se sacan chispas.
Párrafo aparte para el genio Christian Bale, quien nuevamente bajo de peso (parece un adicto posta) para lograr, en mi humilde opinión, el mejor papel de su carrera (se come la peli). Si el domingo 27 no le dan el oscar, me tomo un bondi al norte y prendo fuego la Academia.
Le doy 4 Guiditos, y todos mis votos para Christian. Fuerza Batman, este es tuyo!!