Y aquí está ésta “Hereafter”. Que empieza con un tsunami, que arrasa todo. Tremendamente filmado, como dando lección a los que hacen peliculitas de catástrofes. Que después sigue con dos mellizos de 12 años con una madre alcohólica y drogona y un accidente que se lleva de gira a uno de los pibes. Y ahí, con semejante golpe, se comienza a hacer dura la trama. Más si el momento que elegiste para verla, es un domingo por la tarde.
La historia se centra en cuatro personajes: una periodista (Cécile De France), presentadora de un noticiero, como Mónica Cahen D’Anvers ponele, bueno no, está bastante más buena. Digamos… una Cristina Pérez. Ella sobrevive al tsunami y empieza a tener visiones del más allá.
Los otros tres son: los melli ya mencionados (George y Frankie McLaren) y un psíquico (siempre grosso Matt Damon) bastante acosado por su don (maldición según sus palabras) que le permite comunicarse con los finados.
La trama los va a ir juntando, porque todos tienen una conexión muy fuerte con la muerte (y la vida, obviamente) y con lo que puede suceder luego de la llegada de la huesuda.
La peli avanza como la camioneta que tenían Emilio y Guille, en “Los Bañeros II”. Sin dejarte en la calle, pero a 20 kilómetros por hora. En un momento te das cuenta de que va una hora y media del film y todavía no pasó “nada”.
Aún así, por más que tenga esos baches, es una buena película, culminando con un mensaje esperanzador. Así que la cuenta queda en positivo, y yo sigo siendo hincha de este “viejo”.
Calificación: 3 Chettis.