jueves, 27 de enero de 2011

Hereafter

Lo tengo que decir. Acá no hay objetividad, para nada. Tengo algo con Clint Eastwood. Me cae bien, demasiado bien. Debe ser el personaje aquel de “Los puentes de Madison”: Robert Kincaid, o que en esa peli, en camiseta, me recuerda a mi abuelo, en verano. No sé. El tema es que una nueva obra  de este viejo multitask (actor, director y, en éste caso, compositor de un tremendo soundtrack) me genera entusiasmo, ganas de verla.
Y aquí está ésta “Hereafter”. Que empieza con un tsunami, que arrasa todo. Tremendamente filmado, como dando lección a los que hacen peliculitas de catástrofes. Que después sigue con dos mellizos de 12 años con una madre alcohólica y drogona y un accidente que se lleva de gira a uno de los pibes. Y ahí, con semejante golpe, se comienza a hacer dura la trama. Más si el momento que elegiste para verla, es un domingo por la tarde.
La historia se centra en cuatro personajes: una periodista (Cécile De France), presentadora de un noticiero, como Mónica Cahen D’Anvers ponele, bueno no, está bastante más buena. Digamos… una Cristina Pérez. Ella sobrevive al tsunami y empieza a tener visiones del más allá.
Los otros tres son: los melli ya mencionados (George y Frankie McLaren) y un psíquico (siempre grosso Matt Damon) bastante acosado por su don (maldición según sus palabras) que le permite comunicarse con los finados.
La trama los va a ir juntando, porque todos tienen una conexión muy fuerte con la muerte (y la vida, obviamente) y  con lo que puede suceder luego de la llegada de la huesuda.
La peli avanza como la camioneta que tenían Emilio y Guille, en “Los Bañeros II”. Sin dejarte en la calle, pero a 20 kilómetros por hora. En un momento te das cuenta de que va una hora y media del film y todavía no pasó “nada”.
Aún así, por más que tenga esos baches, es una buena película, culminando con un mensaje esperanzador. Así que la cuenta queda en positivo, y yo sigo siendo hincha de este “viejo”.

Calificación: 3 Chettis.