Teddy Daniels (Leonardo DiCaprio) y Chuck Aule (Mark Ruffalo, groso actor) son dos detectives que llegan a una remota isla donde funciona el hospital psiquiátrico Ashecliffe, para investigar la desaparición de una peligrosa asesina.
En este hospital se encuentra una gran cantidad de locos asesinos dirigidos por el no menos loco doctor John Cawley. El gran problema de Teddy y compañía comienza cuando entienden que solo ellos parecen tener intensiones de encontrar a la desaparecida.
La búsqueda se convierte en una misión casi imposible y para peor ese parece ser el problema menor de los muchachos. Entre los locos, las tormentas y los enfermeros misteriosos, sin olvidar que están en una isla en el medio de la nada, la estadía de los detectives esta bastante lejos de ser una aventura simpática.
Por momentos se hace un poco lenta, pero tiene momentos muy interesantes y algunas escenas fuera de la realidad que redondean una buena película.
Solo por ser una película de Scorsese y con las actuaciones de DiCaprio y Ruffalo merecer ser vista y en este caso la historia es bastante original aunque a mi gusto un poco previsible.
Puntuación: 4 Sebitas
Es imposible no nombrar la música que acompaña esta película. Tiene una banda de sonido totalmente acertada y que acompaña las escenas a la perfección. Creo que el director se salió totalmente de lo que nos tiene acostumbrados y salió muy bien parado. Mas allá que la palabra previsible se escuchó varias veces al respecto de esta película, según mi opinión es muy original. El tipo de cine industrial, se basa en llevar los efectos al paroxismo y las historias se pierden en efectos especiales. Esta trama te atrapa desde el mismo comienzo de Leonardo vomitando en el barco y por mas que uno piense que el final puede ser X no lo confirmas hasta las últimas escenas. El juego de engañar al espectador y tenerlo atrapado hasta el final es cada vez mas dificil de lograr y esta película lo hace, y con mucha clase.
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