lunes, 19 de julio de 2010

The Truman Show

Truman Burbank (Jim Carrey) es un alegre muchacho que trabaja en una compañía de seguros y lleva la típica vida americana: vive en una pequeña isla llamada Seahaven en una linda casita con buenos amigos y una esposa ejemplar, y saluda siempre a sus buenos vecinos cuando va al trabajo (mamadera, si ese es mi futuro, me rajo un corchazo mañana). Todo en su vida parece perfecto, pero hay algo en el fondo que no le cierra por ningún lado, aunque todavía no sabe bien que es…


Hay otro pequeño detalle de la vida de Truman que omití: es el protagonista principal del show más grande y famoso de la historia de la televisión, un show que conoce todo habitante del planeta, excepto él mismo. Esto se debe a que una corporación monopólica encabezada por Christof (Ed Harris) es literalmente dueña de Truman en términos legales y viene transmitiendo en vivo y en directo para todo el mundo cada uno de sus movimientos (incluso desde antes de su nacimiento, con parto y todo) en una especie de Gran Hermano, pero con algunas pequeñas diferencias: primero, que las proporciones son bíblicas (con un gigantesco set de filmación en forma de domo que se ve desde la Luna), segundo, que el pobre protagonista no sabe que está en el Show y tercero, que falta Solita (ya que su última operación le dejo los ojos en la nuca y ya no puede mirar a la cara a los valientes para decirles si están nominados o no).

Hasta ahora el Show marcha sobre ruedas y mantiene al planeta entero atornillado a su sillón las 24 horas, pero algo ha estado creciendo dentro de Truman, quien sin saber que está preso quiere libertad. Esto, sumado a una serie de extraños sucesos (un foco que cae del cielo, conversaciones extrañas en la radio hablando del show, cámaras y luces detrás de la pared del banco) hacen que el pobre protagonista comience una lucha desigual contra Christof en busca de su libertad

Pero a Christof le gustan más los verdes que los triples de miga, y no conforme con haberle quemado la croquetita con la falsa muerte de su padre en un accidente náutico (para que le tenga más miedo al agua que el Chavo y no abandone la isla), hará lo imposible por evitar que Truman descubra la verdad…

Este peliculón del 98 toca temas profundos y te deja pensando: que pasaría si tu vida entera fuera una farsa, y todo el mundo que te rodea (amigos, familiares, compañeros) fueran actores?? Además, Jim demuestra una vez más que no es sólo un tipo que con su tremenda cara de salame te hace descostillar de la risa; cuando hace dramas la descose. Gran peli, emocionante hasta las lágrimas (al menos para este humilde observador), con una actuación de Carrey y Harris para el aplauso de pie.

Le doy 4 Guiditos y mediooooooo