Corría el mes de octubre del año 1989, lugar de los acontecimientos Alemania Oriental, (para los colgados, en ese momento Alemania estaba dividida en 2 por una “medianera o ligustrina”).
Alex (Daniel Brühl) es un pibe que vive con su madre, una admiradora del socialismo, (dato relevante en la historia), y su hna, una loquilla que no aporta demasiado a la peli. Una vez presentados los protagonista y ubicados en tiempo y espacio pasamos a la trama.
Un día como tantos otros la madre de Alex sufre un infarto y es internada en coma, estado en el que permanece durante unos largos 8 meses. Durante ese periodo se produce la caída del muro de Berlín, (q justo!!!), mas precisamente el 9 de noviembre de 1989.
Cuando la mamá de Alex milagrosamente despierta, Alemania había cambiado, y los médicos le recomiendan a Alex que era conveniente que su madre no tenga emociones fuertes, (imagínate si le decían que habían tirado el muro y tenia un Mc Donals frente a su casa, a la vieja le pegaba un bobazo de aquellos), entonces Alex decide no contarle nada y tratar de dibujar la situación como si nada hubiese pasado, y aquí aparece lo mejor de la peli, el pobre muchacho hace malabares para q su madre no se entere, desde armar un noticiero con un amigo hasta buscar por todos lados los alimentos de la marca que comía su mama (obviamente no tomaba Coca Cola la señora).
Es una gran película, con una historia muy original, y este chico Daniel Brühl, (“Los educadores”), la rompe.
Calificación: 4 sebitas
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